La Rueda de las Emociones

¿Cómo influyen las emociones en nuestra vida?

 

Las emociones influyen en cómo percibimos cada situación y en las decisiones que tomamos día a día. Son a su vez reacciones subjetivas a nuestro entorno. Nos informan sobre cómo estamos, lo que creemos de nosotras mismas, cómo interpretamos al mundo y cómo nos relacionamos con él.

Son parte de nuestra naturaleza humana, ya que empezamos a expresarlas a los pocos meses de vida, incluso muchos animales comparten algunas emociones básicas con nosotros, como el miedo, la alegría o la tristeza. Pero lo que nos diferencia como humanos que somos, es que a lo largo de nuestra vida, desarrollamos emociones más complejas a partir de esas emociones básicas. Debido a nuestra habilidad de entender y comunicar lo que sentimos, podemos empezar a poner en palabras lo que estamos experimentando y podemos profundizar más en ello. 

 

¿Me creés si te digo que existen más de cien emociones?

 

Es cierto y todas parten de estás 6 emociones básicas:

• Felicidad
• Miedo
• Sorpresa
• Ira
• Tristeza
• Aversión (o asco)

Muchas personas nos quedamos en estas primeras emociones, en gran parte por falta de conocimiento, sobre todo de nosotras mismas.

Lo que no sabemos es que esto limita nuestra relación primero con nosotras y luego con el mundo. Ya que identificar nuestras emociones de forma básica y limitada, obstruye nuestro autoconocimiento y no nos permite conectarnos completamente con nuestro ser.

 

El primer elemento del autoconocimiento es el “autoconcepto” 

 

Y para poder desarrollarlo es necesario entender qué sentimos y qué pensamos, y para ello distinguir, darle nombre, traerlo a la realidad, a partir de lo cual damos sentido y forma a nuestro comportamiento, creencias, valores y motivaciones.

Básicamente, nuestra identidad.

Entonces, ¿Cómo es posible que entendamos y reconozcamos quiénes somos, si no somos capaces de identificar nuestras emociones más profundas?

Por eso te quiero compartir La Rueda de las Emociones propuesta por el psicólogo Robert Plutchik, la cuál va a ser de extrema ayuda para reconocer, identificar y por sobre todo ponerle nombre a lo que verdaderamente sentís:

 

 

Poner en palabras nuestras emociones

 

Es darles lugar en nuestras vidas, es traerlas a la consciencia, es tenerlas disponibles y aumentar nuestro vocabulario emocional. Esto te va a permitir reconocerte, comunicarte y brindarte de una mejor manera todo aquello que querés, deseás y necesitás para tu vida.

Entonces, ahora que ya tenés esta maravillosa herramienta en tus manos, te invito a participar del siguiente ejercicio, que determinará tu nivel de autoconocimiento.

Consiste en hacerse estás 5 preguntas:

1. ¿Que percibís?
2. ¿Qué sentís?
3. ¿Que pensás?
4. ¿Que querés?
5. ¿Qué acciones vas a tomar?

A lo largo de nuestra vida, atravesamos diversas experiencias y cada una de esas experiencias, las relacionamos con alguna emoción que sentimos en ese momento, lo que nos conduce únicamente hacia dos caminos: O aprendemos o nos estancamos.

Y la raíz del estancamiento, es la falta de autoconocimiento.

Si aprendemos a identificar lo que sentimos, nos va a ser más fácil gestionar esa emoción, encontrar una solución y por ende, poder avanzar. 

 

Las emociones son un espejo de nosotras mismas 

 

Y ser conscientes de ellas nos ayuda a comunicar claramente nuestros sentimientos, evitar o resolver mejor los conflictos y superar los sentimientos difíciles con mayor facilidad.

Identificar y manejar nuestras emociones, no es algo complejo, simplemente requiere de práctica y constancia.

Empezá con estas prácticas sencillas que te van a ayudar a descubrir que hay más allá de lo que sentís:

 

1) Identificá cada emoción que sentís durante las diferentes situaciones de tu día a día. Ya sea que te sientas emocionada por visitar algún lugar, nerviosa por rendir algún examen o relajada por terminar alguna actividad. Cualquiera que sea, identifícala y dale un nombre a esa emoción.

 

2) Calificá esa emoción, de la escala del 1 al 10, qué tan fuerte o intensa la sentís.

 

3) Llevá un diario de emociones. En él podrás registrar las emociones que experimentás a lo largo de tus días, también qué las detonan, a qué acciones te conducen y qué efectos tienen a tu alrededor. Te ayudará a identificar cual es el origen y qué cosas provocan cada una de tus emociones.

 

4) Identificá qué sensación física te provoca esa emoción. Nuestra mente está conectada con nuestro cuerpo, por lo tanto cada emoción puede reflejarse en una respuesta física. Y estar en sincronía con lo que sentimos físicamente, es lo que nos va a permitir escuchar cuando nuestro cuerpo nos habla trayendo esa emoción que se forma en nuestro lado inconsciente, al lado consciente.

 

Recordá que no existen emociones buenas o malas, simplemente se manifiestan como respuesta a algo y vienen a traerte un mensaje. Por eso lo importante es que aprendás a identificarlas, ponerles nombre, puedas liderarlas de la mejor manera y que sirvan como aprendizaje y así influyan de manera positiva en tu vida.

 

Mi nombre es Yamila Ponte, soy Life Coach y espero haberte aportado algo en tu proceso de desarrollo y crecimiento personal. Para más contenido que te acompañe en tu camino a tu mejor versión y continuar este maravilloso viaje de descubrimiento y transformación, seguíme en mis redes sociales:

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